El Indec ya terminó el nuevo IPC pero el Gobierno lo mantiene frenado y se sigue usando una canasta vieja

En su informe escrito para la Cámara de Diputados, Guillermo Francos dijo que el instituto está a la espera de condiciones “estables” para el lanzamiento del nuevo índice de precios. La diferencia entre el cálculo nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ya terminó todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, la reformulación permanece demorada por el propio Gobierno.
La información figura en la página 24 del informe que Francos envió al Congreso, en respuesta a una pregunta formulada por diputados nacionales de la Coalición Cívica, el partido que lidera Elisa Carrió. “El Ministerio de Economía informa que el Indec finalizó en el mes de marzo de 2025 todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo IPC, así como también las consultas y testeos técnicos del nuevo índice para su implementación. Actualmente se encuentra a la espera de los avales institucionales para realizar la campaña de sensibilización y alfabetización del nuevo IPC. Mientras tanto, el Instituto continúa realizando los análisis técnicos en torno a la estabilidad de los precios para asegurar el cumplimiento de las recomendaciones internacionales y garantizar que las modificaciones no se introduzcan en períodos atípicos”, fue la respuesta de Francos.
La revelación echa luz sobre una discusión que crece entre economistas, consultoras y especialistas: si los datos oficiales están reflejando o no con fidelidad la evolución real de los precios. El índice de precios que se emplea en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, viene dando por lo general más alto que el que usa el Indec.
Históricamente, ambas mediciones coincidían casi perfectamente: entre febrero de 2022 y diciembre de 2023, la relación entre el IPC CABA y el del INDEC para GBA fue del 99,8%. Sin embargo, a partir de enero de 2024, la inflación medida en la Ciudad de Buenos Aires comenzó a ser un 13% superior a la del Indec y en el último dato disponible la diferencia escaló al 55%.
La explicación radica en la canasta de consumo utilizada: la de CABA está actualizada desde 2022, mientras que la nacional continúa siendo la misma desde 2017. En términos metodológicos, eso implica darle diferente peso a rubros como alimentos, servicios, vivienda, educación y transporte.
Economistas advierten que la canasta vigente subestima la inflación real, especialmente en sectores de clase media y media-alta, donde el peso de los servicios regulados y privados es mayor.